La última vez que vimos a los atractivos y trascendentalmente sintonizados ciudadanos globales de Netflix Sense8, navegaban hacia el Atlántico norte en un barco de pesca. Pero dondequiera que aterrizaran, seguramente los problemas seguirían. Y en Sense8: A Christmas Special (que debutará el viernes 23 de diciembre), un regalo de dos horas de los Wachowski y J. Michael Straczynski, los autores intelectuales de la serie, lo ha hecho. Las estrellas están de vuelta en sus propios mundos y en la mente de los demás: Nomi (Jamie Clayton) se esconde en San Francisco; Riley (Tuppence Middleton) droga a Will (Brian J. Smith) en Amsterdam; la vida se pone patas arriba para Lito (Miguel Ángel Silvestre) en México; Sun (Doona Bae) languidece en una prisión de Corea del Sur; Capheus (Toby Onwumere) juega con su autobús en Nairobi; y Kala (Tina Desai) no puede mantener a Wolfgang (Max Riemelt), en Berlín, fuera de su lecho matrimonial en Mumbai. Y el secuaz Mr. Whispers (Terrence Mann) acecha. Mientras tanto, hay cumpleaños y días festivos para celebrar con raves, orgías y apoyo incondicional, una excusa alegre para mantener saciados a los fanáticos hasta la temporada 2 en mayo.