¿El buen Sam está basado en una historia real?

La Dra. Samantha Griffith de Sophia Bush es la aparente buena samaritana en el drama médico de alta tensión 'Good Sam'. Katie Wech, cuyos créditos previos de escritura incluyen la comedia adolescente 'Prom', crió la serie con una comprensión compleja de la naturaleza y la anatomía humanas. La cardiocirujana Dra. Samantha Griffith tiene habilidades, gracias a sus lecciones de piano, pero rápidamente se siente sofocada bajo la presión de su padre dominante, quien también es su jefe.

Sin embargo, cuando el jefe-padre cae en coma, Samantha pasa un tiempo al frente del departamento en lugar de su padre. La situación da un giro interesante cuando el padre regresa del coma y exige ser atendido en el hospital. Sin embargo, solo puede trabajar bajo la supervisión de su hija. La premisa nos prepara para un drama lleno de fricciones. El famoso Jason Isaacs de la franquicia 'Harry Potter' interpreta un papel característico como el Dr. Rob Griff Griffith. Sin embargo, quizás te preguntes si la serie está basada en una historia real. En ese caso, permítanos guiarlo hacia la iluminación.

¿El buen Sam está basado en una historia real?

No, 'Good Sam' no está basada en una historia real. Sin embargo, el tema del conflicto generacional incrustado en el relato puede resonar universalmente entre las audiencias. Katie Wech creó la serie con Jen Klein como productora ejecutiva. Y la serie no tiene relación con la película de 2019 del mismo nombre. Presumiblemente, el creador se inspiró en los dramas médicos clásicos del pasado.

La serie es suntuosa en el drama intensificado al estilo de 'Grey's Anatomy'. Además, la Dra. Samantha Griffith, al igual que el Dr. Gregory House, es una pianista experimentada, pero el Dr. Rob Griffiths también tiene características distintivas de 'House'. Todos los ingredientes habituales del drama médico están presentes en la serie. Sin embargo, la serie no deja de capturar la discordia generacional, ya que el parecido de Samantha con House termina en manos ágiles.

El cambio generacional en la serie es también un cambio en el espectro de género y las ideologías. Samantha hace las cosas de manera diferente a Rob, y Rob se burla de sus vulnerabilidades. Samantha es optimista y llena de empatía, mientras que la experiencia de Rob lo ha endurecido. El tiempo lo ha vuelto pragmático, casi hasta el extremo. Samantha cree que su padre debería ser más consciente y menos práctico, mientras que Rob cree que su hija debería reducir su optimismo.

Ninguno es del todo correcto, ya que ambos carecen del equilibrio de carácter. La serie recorre las áreas grises de la familia y el lugar de trabajo, y la peculiar premisa los mezcla. Sin embargo, manteniendo a los personajes con los pies en la tierra, los creadores han tejido una historia en la que tanto el padre como la hija tienen motivos razonables para disputar. Mientras que Rob es una institución en sí mismo, Samantha tiene que luchar por su lugar.

Su lucha es contra su padre, contra las visiones del viejo mundo y contra una especie de patriarcado. Sophia Bush nos recordó la historia de David y Goliat. David no era inadecuado frente a la gigantesca institución de Goliat, y Samantha es un David en la historia. Por lo tanto, considerando todos los aspectos, la serie parece estar bastante atada al ámbito ficticio. Sin embargo, el tema universal de la rivalidad generacional resuena entre los espectadores, y la serie marca un cambio bienvenido al mostrar a una protagonista femenina.

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