Con 'The Mole' de Netflix como un reinicio de la serie de competencia clásica de culto de ABC, que en sí misma se basa en el original belga 'De Mol', el engaño y la paranoia (justificada) ocupan un lugar central. Después de todo, gira en torno a un grupo de 12 jugadores, bueno, 11 jugadores reales más un topo, que compiten para agregar dinero al premio y al mismo tiempo intentan descubrir al saboteador en su empresa. Entonces, dado que obviamente hay drama, intriga y suspenso en cada paso del camino, averigüemos con precisión qué parte de esta producción clandestina es auténtica (si es que lo es), ¿de acuerdo?
No solo 'El Topo' ha sido catalogado como un reality show desde el momento en que su concepto salió a la luz por primera vez hace más de dos décadas, pero honestamente nunca ha habido ninguna prueba que sostenga lo contrario. Por lo tanto, a pesar de que cada miembro del reparto y cada misión son cuidadosamente seleccionados por los productores para su estructura básica, la forma en que se desarrollan las cosas en nuestras pantallas no está completamente controlada. Especificamos 'completamente' porque implica un poco de manipulación para impactar la experiencia general del espectador debido a su gran escala, pero no parece que haya una fabricación absoluta.
En otras palabras, si bien a ninguno de los jugadores se les entregan líneas o instrucciones específicas preescritas (a excepción de las pistas de la misión) para ejecutar frente a las cámaras, hay interferencia del productor. El mejor ejemplo de esto es que este último puede empujarlos fácilmente a buscar temas particulares de conversación, sospechas o acciones en ciertos puntos para comenzar el drama en el sentido más natural. Es probable que hagan todo lo posible para no afectar las emociones reales de los jugadores y, en su lugar, solo sacan cada elemento a la superficie para nuestro entretenimiento, pero de todos modos es una maniobra de manipulación.
Este aspecto es incluso parte de la razón detrás del comentario constante, que esencialmente nos influye para creer quién debería ser el topo en lugar de darnos espacio para formar nuestras propias opiniones. Luego está la innegable planificación/puesta en escena realizada por los productores durante la preproducción y la filmación para ofrecer el mejor contenido, lo que significa que analizan cada faceta para determinar qué funcionará. Solo entonces finalizan cada desafío, ubicación, así como la ubicación de las cámaras para capturar cada momento cuando sucede; nada es completamente espontáneo o por accidente.
También hay interferencias en la postproducción, pero eso es totalmente inevitable, ya que reúne un flujo fluido entre diferentes escenas para que todo tenga sentido de manera concisa. Es imperativo tener en cuenta que este elemento en particular está 100% en manos del productor, lo que significa que puede cortar, editar y jugar con la narrativa de una persona de la forma que desee para cumplir con su objetivo de mantener el interés de la audiencia.
Sin embargo, a pesar de las indicaciones, los escenarios cautelosamente pensados, así como la extensa edición, 'The Mole' parece lo menos guionado posible porque no se planifica previamente ningún intercambio o resultado. Sin embargo, dicho esto, debemos aclarar que siempre debe tomar cualquier producción de realidad con un grano de sal porque nunca se sabe realmente el alcance de la ingeniería de producción.