Andrew Wolfberg: ¿Dónde está ahora el jurado?

Cuando Lyle y Erik Menéndez fueron juzgados por primera vez por el asesinato de sus padres en julio de 1993, el resultado fueron dos jurados en desacuerdo. Después de un mes de deliberaciones, los miembros del jurado seguían divididos sobre si condenar a los hermanos por asesinato en primer grado o por homicidio involuntario. Cuando comenzó el segundo juicio en octubre de 1995, las circunstancias habían cambiado, al igual que las opciones disponibles para el jurado. Andrew Wolfberg, miembro del jurado del segundo juicio, compartió su experiencia de ese período y la dinámica dentro de la sala del tribunal. En 'Los hermanos Menéndez' de Netflix, habló brevemente sobre su perspectiva y reflexionó sobre cómo ha evolucionado el caso a lo largo de los años.

Andrew Wolfberg desconoce los detalles del primer juicio

Andrew Wolfberg recordó que cuando lo llamaron para servir como jurado en el juicio de Lyle y Erik Menéndez en octubre de 1995, no tenía idea de qué esperar. El juez ordenó a todos los miembros del jurado que ignoraran cualquier noción u opinión preconcebida que pudieran haber tenido y se centraran únicamente en los hechos presentados durante el juicio. Andrew mencionó que como no estaba familiarizado con los detalles anteriores del caso, le resultó más fácil abordarlo con una nueva perspectiva. Después de escuchar los argumentos de ambas partes, cuando el jurado comenzó a deliberar, señaló que la única opción disponible para ellos era una condena por asesinato en primer grado, sin opciones alternativas.

Al jurado le resultó más fácil condenar a los hermanos por asesinato en primer grado, pero surgió un nuevo dilema a la hora de decidir su sentencia. Andrew Wolfberg compartió que determinar el destino de la vida o la muerte de alguien no era una decisión sencilla. Sintió un profundo conflicto emocional, comparando su papel con el de los hermanos cuando decidieron quitarle la vida a sus padres. La experiencia le dejó un impacto duradero. Aunque Andrew no reveló su opinión personal sobre el caso, sí dijo que cuando se le preguntó si el hermanos habían matado a sus padres , la respuesta fue clara. La complejidad del caso, sin embargo, residía en los argumentos de la defensa, que al parecer se mantuvieron fuera de la sala durante el segundo juicio.

Andrew Wolfberg está prosperando como fiscal del estado de California

Andrew Wolfberg es un abogado consumado con una amplia experiencia que ha contribuido a su éxito en la profesión jurídica. Después de graduarse de la Facultad de Derecho de Loyola en Los Ángeles en 1995, trabajó brevemente como abogado investigador. En 1999, se unió a Gallagher & Gallagher por unos meses, pero su ambición era construir su propia práctica. En octubre de ese año fundó Wolfberg & Wolfberg, P.C., con sede en Santa Mónica, California. Andrew, especializado en planificación patrimonial, sucesiones y lesiones personales, dirigió la firma hasta 2015, estableciéndose como un abogado muy respetado en su campo.

En enero de 2016, Andrew dio un paso importante al iniciar su propia práctica legal independiente en California. Continúa teniendo una licencia activa y goza de gran prestigio por su experiencia en planificación patrimonial. Con base en Santa Mónica, se ha establecido exitosamente como un abogado respetado y bien establecido, y se enorgullece del progreso y los logros que ha logrado a lo largo de su carrera legal.

La esposa y los hijos de Andrew Wolfberg están en el centro de su vida

La vida personal de Andrew Wolfberg es tan satisfactoria como la profesional. Ha estado felizmente casado con Lisa Wolfberg desde el 17 de enero de 2010 y juntos han construido un hogar amoroso lleno de calidez y alegría. La pareja tiene dos hijos, una hija mayor y un hijo menor, que son el centro de su mundo. Andrew es un padre involucrado y presente, que aprecia cada momento que pasa con su familia. Uno de sus recuerdos más entrañables fue en 2014, cuando llevó a su hija a ver el trofeo de la Copa Stanley, un trofeo de gran prestigio que se otorga anualmente al campeón de los playoffs de la Liga Nacional de Hockey (NHL).

El momento fue particularmente especial para Andrew, ya que compartir su pasión por el hockey con su hija fue una fuente de inmenso orgullo y felicidad. Más allá del hockey, también es un ávido fanático del béisbol y le gusta asistir a los partidos con su familia y amigos, disfrutando de la camaradería y la emoción del deporte. Además de su amor por los deportes, a Andrew le fascina el póquer profesional y, a menudo, se toma el tiempo para ver juegos de alto riesgo cuando su apretada agenda se lo permite. También ha corrido algunos maratones de los que está orgulloso. Ya sea que se destaque como abogado o sea un padre práctico, ha construido una vida llena de significado y alegría.

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