de Netflix serie española 'La niña de las nieves', originalmente titulada 'La Chica de Nieve', gira en torno a la desaparición de Amaya Martín, que es secuestrada mientras participa en el Desfile de Reyes junto a sus padres Ana y Álvaro. Aunque los padres de Amaya, la policía Belén Millán y su equipo, y el periodista local Miren Rojo se dispusieron a encontrar a la niña desaparecida, todos se encuentran con callejones sin salida de una forma u otra, hasta que una cinta de VCR de Amaya termina en las manos de Miren. el intrigante serie de suspenso explora las secuelas de la desaparición y su impacto en detalle, despertando la curiosidad sobre las posibles raíces de Amaya en la vida real. Entonces, ¿la niña desaparecida se basa en una víctima real de secuestro? ¡Vamos a averiguar! SPOILER ADELANTE.
No, Amaya Martín no está basada en una víctima real de secuestro. El personaje fue concebido bajo el nombre de Kiera Templeton por Javier Castillo para su novela 'La Chica de Nieve', la texto de origen de la serie Aunque Kiera de la novela y Amaya del programa son personajes ficticios, el autor se inspiró en un suceso de la vida real que sucedió en su propia vida para escribir el texto original. En un día en particular, Castillo caminaba por una calle con su esposa y su hija de tres años. Cuando soltó su mano, el autor se llenó de miedo y pánico.
En una entrevista concedida en julio de 2020, Castillo reveló que le preocupaba que le pasara algo horrible a su hija. El miedo lo movió a escribir la novela, que explora lo que le sucede a una niña separada de sus padres, lo que puede verse como el punto de génesis de Amaya Martín. Aunque nada alarmante le sucedió a su hija en la vida real, el autor exploró el peor de los casos como padre a través del secuestro ficticio de Amaya y su vida después del mismo. Las experiencias y la vida de Castillo como padre lo ayudaron a concebir a Amaya y su historia de manera auténtica.
A través de Amaya y su desaparición, Castillo quería sumergirse en el miedo primario de cualquier padre o madre de que algo desafortunado le sucediera a su hijo o hijos. Además, la novela de Castillo también aborda la realidad del secuestro de niños con la intención de criarlos como si fueran sus propios hijos. Aunque Amaya no se basa en ninguna víctima de secuestro de niños de la vida real en particular, el libro y la serie describen cómo su secuestradores secuestrarla con la única intención de criarla como su propia hija. A través de la transformación de Amaya en Julia, el programa abre una ventana al sufrimiento de la joven, que no es muy diferente de las experiencias de las víctimas de la vida real.
El caso de la desaparición de Amaya también nos recuerda los numerosos casos de niños desaparecidos que ocurren en todo el mundo. El intento de los diarios de sensacionalizar el predicamento por su bien comercial, sin fronteras ni compromisos éticos, es un hecho que también ha venido ocurriendo en la realidad. El programa examina cómo tales informes afectan las posibilidades de que cualquier víctima de secuestro sobreviva a los perpetradores. El resultado final de la investigación de Miren sobre el secuestro de Amaya también muestra lo que puede lograr el periodismo “puro” en la contemporaneidad.
Los directores David Ulloa y Laura Alvea cierran 'La niña de las nieves' con un desarrollo narrativo positivo. El mismo deja en claro que no todos los casos de secuestro terminan trágicamente o quedan sin resolver. Habiendo dicho eso, el programa tampoco evita representar el trauma y el impacto de ser secuestrado, incluso si la víctima logra regresar con sus padres.